Realiza tu servicio social o voluntario en cualquiera de nuestras instalaciones de programas asistenciales, pregunta cómo.
Aporta alimentos no perecederos, medicamentos, ropa o enseres domésticos para brindarles un mejor nivel de vida a nuestros beneficiarios.
Conviértete en un donante permanente o eventual aportando un importe económico, que se aprovechará para el buen funcionamiento de nuestra Institución y sus programas
A estos consultorios así como a todos los programas de Cáritas puede asistir cualquier persona sin importar su procedencia, credo o estatus socioeconómico. Las consultas son atendidas por médicos certificados.
Sabemos que la salud es un derecho básico por lo que nos propusimos que no haya personas sin posiblidad de adquirir sus medicamentos por lo que en Cáritas hemos equipado una farmacia que suministra medicinas a un costo mínimo.
La farmacia está ubicada en las oficinas centrales de Cáritas, además distribuimos medicamento a los dispensarios medicos ubicados en algunas parroquias de la diócesis.
Existen en nuestra sociedad familias y personas que se ven limitadas por situaciones de salud o transportación.
En Cáritas hemos destinado un presupuesto mensual para ayudar a aquellos en esta situación. Con un estudio previo y después de seleccionar a los más necesitados, apoyamos de manera profesional a personas que requieren asistencia médica o quirúrgica y a aquellos que desean llegar a su hogar.
Cada año millones de kilos de alimentos se desperdician mientras que al mismo tiempo una gran cantidad de personas no tienen lo suficiente para comer, el problema no radica en la carencia de alimentos, si no en su distribución, en la inequidad.
Un banco de alimentos se da a la tarea de captar los excedentes de alimentos y hacerlos llegar a personas que lo necesitan, involucrando a todos los sectores (publico, privado y sociedad civil)
Atender la necesidad básica de alimento en personas que viven en situación de vulnerabilidad, a través del rescate y distribución de alimento de manera oportuna y profesional, acompañado de acciones de orientación nutricional, combatiendo así el hambre y mejorando el estado nutricio de la población atendida.
A través del banco de alimentos, Cáritas otorga alrededor de 3,000 despensas al mes, así como mas de 30,000 raciones de alimento preparado a través de 11 comedores comunitarios repartidos en la Diócesis de Culiacán en beneficio de más de 10,000 personas de escasos recursos.
Nuestro equipo de nutriólogas brindan orientación nutricional por medio de talleres, juegos y actividades didácticas para que los niños de nuestras instancias infantiles conozcan la importancia de contar con una sana y adecuada alimentación, estimulando desde temprana edad buenos hábitos alimenticios.
Sabemos que proporcionar alimentos no es suficiente para mejorar la nutrición de las personas. Hay que propiciar un cambio radical en los hábitos alimenticios de la población atendida. Por ello impartimos pláticas una vez al mes a los beneficiarios del programa con el objetivo de orientar y promover una adecuada alimentación, y un estilo de vida saludable.
Nuestro equipo de nutriólogas brindan orientación nutricional por medio de talleres, juegos y actividades didácticas para que los niños de nuestras instancias infantiles conozcan la importancia de contar con una sana y adecuada alimentación, estimulando desde temprana edad buenos hábitos alimenticios y reforzando estos conocimientos con los padres de los menores para que puedan dar seguimiento desde sus hogares.
Los niños en edad escolar necesitan de una alimentación nutritiva y suficiente para realizar adecuadamente sus funciones correr, jugar, aprender, crecer, entre otras. Su alimentación no afecta solo su crecimiento, si no también su aprendizaje.
Un niño mal alimentado tiene problemas en el aprender correctamente. En los campos agrícolas de Sinaloa, los niños viven día a día esta carencia. Durante el ciclo escolar, Cáritas trabaja en 3 primarias de la sindicatura de Villa Juárez, Navolato, brindando desayunos y comidas nutritivas a 1925 niños y dando seguimiento al estado nutricio de los mismos.
Blvd. Providencia 2475 Fracc. Providencia; Culiacán Sinaloa. Tel (667) 7494051
Las Cáritas Parroquiales, siendo parte de la Pastoral Social, están formadas por grupos de voluntarios de cada parroquia que promovidos y animados por el Sacerdote y sensibilizados de la problemática de su comunidad, buscan ayudar a los más desprotegidos a través de programas permanentes que operan en las Parroquias como son: entrega de despensas, comedores comunitarios, consulta médica, dispensario médico, visita a los adultos mayores y enfermos, y casos especiales. Todo esto acompañado de una Evangelización integral con educación en valores y la familia. También promovemos la caridad, es decir somos un vínculo entre los que pueden ayudar y los que más lo necesitan, fomentando la participación de las instituciones de asistencia, así como la vinculación a los diferentes programas de apoyo que existen en gobierno y otras instituciones.
El objetivo del programa de Cáritas Parroquial es ofrecer una herramienta para el desarrollo del Plan de Pastoral Social en la Parroquias de la Diócesis de Culiacán de San José. Mediante este modelo y apoyados con la formación y acompañamiento de Cáritas Diocesana buscamos desarrollar acciones organizadas y permanentes para atender a los más desprotegidos.
Cáritas Parroquial es un modelo integral que pretende convertir a las comunidades en un motor de caridad cristiana, buscamos que las Cáritas parroquiales sean la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación: los hambrientos han de ser saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos para que se recuperen, los ancianos acompañados para que no vivan en soledad, etc. Cada una de las comunidades con conciencia caritativa ha de hacer lo posible para poner a disposición los medios necesarios para atenuar las necesidades existentes en sus propias comunidades.
El modelo en su conjunto quedaría según el siguiente esquema:
Otras vocalías:
Con atención personalizada el programa de casos especiales busca ayudar a las personas más desprotegidas y vulnerables en diferentes situaciones y necesidades lo que hace más diverso y amplio la labor de ayuda de nuestra organización.
Brindar información, orientación, atención y seguimiento a casos especiales con problemas de salud, personas de bajos recursos y necesidades específicas, deseando mejorar su calidad de vida.
Río Petatlán #923, Colonia Antonio Rosales.
El albergue de Cáritas Diocesana brinda alojamiento a mujeres de escasos recursos que se encuentren en algún tratamiento médico o tengan familiares internados en los hospitales de la localidad. Prestando un servicio cordial, solidario, basado en el respeto y armonía.
Proporcionar hospedaje y alimentación a mujeres que se encuentran en tratamientos médicos o que tengan algún familiar foráneo internado en alguno de los hospitales de la localidad de Culiacán.
Río Petatlán #923, Colonia Antonio Rosales.
En la estancia infantil María Auxiliadora nuestro principal objetivo es brindar atención, cariño y respeto a nuestros niños en todo momento, nos dedicamos a ofrecerles herramientas que estimulen el aprendizaje y desarrollen sus habilidades intelectuales, contribuyendo con las familias con carencias económicas mediante el acceso a servicio de cuidado y atención infantil a las madres y padres solos que trabajen, busquen un empleo o estudien.
Mejorar las condiciones de acceso y permanencia en el mercado laboral de las madres que trabajan, buscan empleo o estudian, así como de los padres solos mediante el acceso a los servicios de cuidado y atención infantil.
Gracias al trabajo que de manera conjunta se mantiene con Sedesol y DIF logramos prestar un mejor servicio en nuestra Estancia infantil.
El Programa de Estancias Infantiles apoya hogares con al menos un(a) niño o niña de entre 1 y hasta 3 años 11 meses de edad (un día antes de cumplir los 4 años), o entre 1 y hasta 5 años 11 meses de edad (un día antes de cumplir los 6 años) en casos de niños o niñas con alguna discapacidad, de acuerdo con lo siguiente: Madres, padres solos, tutores o principales cuidadores que trabajan, buscan empleo o estudian, cuyo ingreso per cápita por hogar no rebasa la Línea de Bienestar (LB) y no tienen acceso al servicio de cuidado infantil a través de instituciones públicas de seguridad social u otros medios.